La invasión de loros en Ascasubi es desesperante y no encuentran soluciones

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La superpoblación de loros barranqueros en Hilario Ascasubi, localidad ubicada en el partido de Villarino, tomó trascendencia nacional.

Distintos medios vienen difundiendo notas e imágenes de un fenómeno que está generando graves trastornos en la población, y que podrían ser aún peores.

Según estudios que realizaron profesionales de la Universidad del Sur, se estima que hay alrededor de 70 mil ejemplares, es decir, 17 por habitante.

El principal problema es que estas aves generan una gran cantidad de excremento, que cubre calles, veredas, cornisas y ventanas, además de provocar daños en el tendido eléctrico y que cuesta varios millones de pesos reparar.

Por esa situación, se requiere de una limpieza diaria que el municipio no puede abarcar, y los dispositivos y acciones realizadas para revertirla no fueron suficientes.

Por eso, los vecinos también se organizan para mantener la higiene por temor a la transmisión de psitacosis, una enfermedad infecciosa potencialmente mortal.

Bombas de estruendo, campañas de espanto a los gritos, golpes en las columnas de alumbrado, y el sonar campanas de la iglesia fueron algunos de los intentos que no resultaron. Incluso, en Pedro Luro, a 17 kilómetros, llegaron a usar un láser que tampoco fue satisfactorio.

Los cortes de luz y de internet se volvieron frecuentes. De hecho la Fiesta de la Cebolla tuvo un evento suspendido porque los loros causaron un apagón eléctrico. Incluso generan roturas en galpones donde rompen y anidan.

El sonido es además ensordecedor, especialmente después de las 18 horas.

Según el biólogo Sergio Zalba, este fenómeno se debe al desmonte de su hábitat natural y la facilidad para alimentarse en los campos de girasol cercanos.

Dijo en ese sentido que se trata de “una especie endémica presente en Argentina y Chile, muy vistosa, bulliciosa y el problema es que se han metido en el ejido urbano en busca de un lugar seguro”.

Por el momento, el municipio no logra dar soluciones, y por ende los vecinos no tienen resultados.

Hasta organizaron una marcha, a fin de encontrar soluciones efectivas y humanitarias que permitan convivir en armonía con el medio ambiente y sus especies, sin poner en riesgo la salud y el bienestar de la comunidad, pero por ahora nada cambia.

El loro barranquero (cyanoliseus patagonus) generalmente utiliza huecos en barrancos y acantilados y cría normalmente en colonias con otros ejemplares de su misma especie, llegando en la misma zona a los 30 mil nidos.

La puesta consta de 2 a 4 huevos que son incubados durante 24 días y los jóvenes salen del nido a los 63 días pero siguen, dependiendo del alimento que les proporcionan sus padres hasta los 100 días aproximadamente.

Fuente: Wips