Autoridades y empleados del hospital provincial José Penna de Bahía Blanca realizaron este martes una asamblea extraordinaria tras la renuncia de cuatro médicos.
Mediante un comunicado, esgrimieron que la problemática que causó la dimisión de los profesionales “se denuncia desde hace años” y que “desarticula todo el funcionamiento” del nosocomio.
Ante esto, optaron por convocar a las autoridades de la Dirección de Hospitales de la Provincia y “dar a conocer a la comunidad y a los actores de la salud pública y privada del sudoeste bonaerense las reales posibilidades de atención que puede prestar el nosocomio en estas condiciones”.
Aclaran que ingresarán en un receso a la espera de “resoluciones y ofertas ministeriales que permitan dar continuidad al correcto servicio a la comunidad y garantizar condiciones dignas laborales para los profesionales”.
El presidente de la Asociación de Profesionales, Pablo Acrogliano, había advertido días atrás que de no corregirse los problemática del recurso humano (más personal y mejores salarios) podría generarse un “efecto dominó”.
“Es responsabilidad de la Provincia, llegan obras pero para un hospital vacío. Y si el Penna no funciona se sobrecarga el Municipal. Y cuando el Municipal no da a vasto, se sobrecargan los privados”.
De acuerdo al detalle, un médico de planta —36 horas con guardia cuenta con un sueldo básico de 9.744 pesos, “por debajo de la línea de pobreza, y la bonificación por venir a hacer guardia es de 7000. Se lleva en la mano 24 mil”.
“Un becario, que es trabajador en negro, gana 21 mil pesos en mano por hacer exactamente lo mismo”, criticó Acrogliano.
“Queremos que la gente venga al hospital, pero en estas condiciones no le podemos brindar la atención que merece”, agregó.
