Tras casi cuatro décadas bajo las aguas, más de diez manzanas de Epecuén han emergido, revelando nuevos sectores y trayendo consigo historias olvidadas y paisajes que deslumbran.
En un emocionante giro, se desvelan nuevas joyas ocultas, entre las que destacan la Casa del Embarrador Maravilla, el Complejo Municipal y el Espigón Epecuén, vestuarios y duchas restaurados, plazas y parques renacidos, la emblemática Pileta del Complejo Balneario y los restos de la Propaladora y Radio El Faraón, así como el Hotel La Cautiva.
Este asombroso descubrimiento fue posible gracias a trabajos del municipio en la apertura de una sección del terraplén de contención que rodea las ruinas, permitiendo que el agua finalmente se escurra hacia afuera, revelando así un pasado que se niega a ser olvidado.
Fuente: Diario de Rivera
