Un proyecto del diputado por la Sexta, Emiliano Balbín, propone declarar como Monumento Histórico al faro de Claromecó, partido de Tres Arroyos, que en octubre cumplirá 100 años.
Cercano a la desembocadura del arroyo Claromecó, su construcción obedeció a la necesidad de tratar de evitar que los buques se aproximen a los bancos arenosos típicos de la zona, y que dificultan la navegación costera.
Por ello, puede visualizarse a una distancia de 25,9 millas náuticas de la costa.
Tiene su torre de mampostería con franjas horizontales blancas y negras, una altura de cincuenta y cuatro (54) metros, con un diámetro de base inferior de ocho (8) metros, y un diámetro superior de cuatro (4) metros.
Cuenta con 278 escalones hasta la garita, y por la noche cuenta con luz blanca de tres (3) destellos cada treinta (30) segundos.
Los trabajos se iniciaron en diciembre de 1921 y casi un año después, en setiembre de 1922, se terminó la construcción.
“Lo que destaca a este faro más allá de su construcción y de ser uno de los más altos de latinoamérica, es su rica historia con la guerra de Malvinas”, señaló Balbín en los fundamentos de su iniciativa.
En ella justifció que durante el conflicto bélico, “el pueblo se vio revolucionado, y el faro de Claromecó fue sede de una ambiciosa e impensable operación de espionaje contra las fuerzas armadas británicas. Y no por parte de un grupo adiestrado ni por comandos militares, sino que la tarea estuvo a cargo de un grupo de vecinos y un radioaficionado”.
La referencia es hacia Omar Ángel López Cabañas, “un apasionado de su actividad y con una notable capacidad que supo complementarla con una fuerte dosis de patriotismo durante los setenta y seis días en los que permaneció atento rastreando en toda frecuencia posible al enemigo inglés, desde el faro de Claromecó”.
