Desaconsejan consumir agua por elevados niveles de agrotóxicos

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Un informe publicado en la revista Environmental Toxicology and Chemistry, señala que el agua potable de Tres Arroyos y Claromecó contiene niveles de sustancias agrotóxicas muy por encima de lo recomendado.

De acuerdo a la presentación, el recurso posee cloripirifos, endosulfan y cipermetrina, insecticidas utilizados para el control de numerosas plagas en cultivos de soja, maíz, trigo y cebada, y que en altas dosis constituye una amenaza para la salud humana.

La doctora en Biología y docente investigadora en la Universidad Nacional de Hurlingham y en la Universidad Nacional de Moreno, Melina Álvarez, indicó que la sustancia se utiliza de manera masiva para los cultivos de la Pampa Húmeda, y así afecta a la fauna acuática.

“El problema extra es que perjudica a la salud humana, principalmente, al sistema nervioso central. Y afecta a una enzima denominada acetilcolinesterasa, que es la encargada de actuar en el área neuronal y controla a un neurotransmisor”, alertó.

Sobre ello, advirtió que “genera un envenenamiento tóxico, en la medida en que bloquea la transmisión correcta de los impulsos nerviosos. Ello provoca incoordinación motora y podría causar la muerte”.

La especialista explicó que se advirtieron cambios bioquímicos en renacuajos expuestos a aguas de diferentes arroyos por 96 horas seguidas, una especie que funciona como buenos modelos y “concluimos que el agua no es apta para la especie, ya que contiene la sustancia que queda impregnada en sus propios tejidos. Utilizamos estos animales porque funcionan como bioindicadores, es decir, como buenos modelos”.

En agosto del 2019, la abogada especialista en derecho ambiental Verónica García Christensen, había asegurado que, luego de estudios propios, el agua de red sobrepasaba los niveles de arsénico y glifosato, según el código alimentario.

Ante ello, el secretario de Obras Públicas, Mario Izurieta; el director de Obras Sanitarias, Sergio Moricet; y el geólogo Alejandro Rossi, salieron a desmentirla.

Y previamente,  en mayo del 2018, un estudio desarrollado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) junto con la ONG NutriRed, determinó que el agua de Tres Arroyos contenía niveles muy altos de arsénico en agua.

La Organización Mundial de la Salud advierte que la exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados, puede causar cáncer, lesiones cutáneas, problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes.

Se trata de un elemento natural de la corteza terrestre, ampliamente extendido en el medioambiente, que en su forma inorgánica es muy tóxico.

En la Argentina son numerosas las zonas abastecidas con aguas subterráneas que deben enfrentar el problema de la contaminación con arsénico y los riesgos que trae aparejados. Así lo demuestra el `Mapa del arsénico’, presentado por las organizaciones que realizaron el estudio: http://www.nutrired.org/tag/mapa-arsenico/.

En el mapa elaborado, los investigadores diferenciaron con colores verde, amarillo y rojo los diferentes niveles de arsénico en las muestras analizadas, y para ello tomaron los siguientes parámetros:

VERDE: buena calidad, menor a 10 ppb (nivel guía recomendado por la OMS, este valor de referencia se considera provisional dadas las dificultades de medición y las dificultades prácticas relacionadas con la eliminación del arsénico del agua de bebida).

AMARILLO: entre 10 y 50 ppb (la OMS considera que si bien existe el riesgo de efectos adversos estos representarían niveles bajos que serían difíciles de detectar dentro de un estudio epidemiológico).

ROJO: mayor a 50 ppb (la OMS considera que existe cierta evidencia de efectos adversos).
Las muestras tomadas en zonas rurales de Tres Arroyos dieron como resultado 141,65 ppb en una primera instancia, y 138,70 ppb en la segunda muestra, números que superan en casi tres veces lo que se considera que puede traer efectos adversos tras un consumo prolongado.


Entre las consecuencias que provoca en el organismo, profesionales indican queel tipo de intoxicación que produce es crónica porque se da con el paso del tiempo. Sucede que las cantidades de arsénico que están presentes en el agua son bajas pero son suficientes como para que si se hace una ingesta cotidiana durante periodos realmente prolongados, durante 10 o 15 años, se puedan empezar a manifestar los síntomas característicos de la enfermedad que se conoce como `hidro arsenicismo crónico regional endémico’.