El intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, apuntó a la necesidad de “reducir los márgenes de desigualdad” entre la población.
En el marco de los 191 años de la ciudad, el jefe comunal reconoció que ese es “el gran desafío” de la clase dirigente, y que si bien “es una consecuencia de lo que pasa en el país”, a nivel local se debe trabajar también para revertirlo.
“Las inversiones seguirán viniendo, pero debemos lograr que llegue a todo el mundo para cerrar esa brecha, que sucede en todo el país y Latinoamérica. En Bahía nos cuesta cerrarla, al norte las cosas están bien y al sur hay mayores dificultades”, dijo en tal sentido.
De todos modos, Gay sostuvo que la ciudad “tiene excelentes perspectivas de desarrollo” y que si bien depende de la macroeconomía “para que sea lento o más rápido, el crecimiento inexorablemente se va a dar”.
“A veces, tenemos una visión con cierto pesimismo porque vemos las cosas buenas y las malas, pero en general los de afuera tienen una perspectiva muy positiva y con muchas esperanzas”, agregó.
Por otro lado, que en sus tres años de gestión “se recuperó la institucionalidad y la obra pública”, que “tenía una demanda contenida, y que necesitará una continuidad de ocho o diez años ininterrumpidos porque el Estado está en deuda después de tantos años sin hacer nada”.
“Nuestra filosofía es y seguirá siendo transparencia, disciplina fiscal, obra pública, políticas sociales y de salud, y equipo de trabajo respetuoso de la pluralidad de ideas”.
