El director de Arba, Cristian Girard, destacó el aumento en la recaudación y lo relacionó, entre otras acciones, con la reducción de la evasión y la mejora en la cobrabilidad, a partir de la detección de metros cuadrados construidos sin declarar.
“Pusimos el foco en potenciar esa herramienta de fiscalización catastral, que incluye imágenes satelitales como una pre-fiscalización. Tenemos digitalizados el 98 % de los cascos urbanos, con un error de precisión de un metro”, dijo el funcionario en diálogo con El Cronista.
El titular de la agencia recaudadora puntualizó que se realiza una selección de lotes por municipios para fiscalizar presencialmente y luego “vamos al terreno con los equipos para comprobar ocularmente lo que dicen las imágenes y allí intimamos a los propietarios a corregir sus declaraciones juradas”.
“También nos focalizamos en barrios cerrados. Había unos 3.150.000 m2 construidos que no estaban pagando el Impuesto Inmobiliario. Los detectamos, notificamos 2,5 millones de m2 y 1,6 millones de m2 fueron rectificados y empezaron a pagar, con autodeclaración de los propietarios”, subrayó.
Junto a otras urbanizaciones que representaban unos 2 millones de m2 que no pagaban el Impuesto Inmobiliario, representan para la Provincia unos $ 1000 millones anuales sobre una recaudación de $ 36.000 millones.
De todas maneras, mantienen la certeza de que todavía hay más por buscar. En ese aspecto, Girard alertó de que hay 650 emprendimientos inmobiliarios registrados y unos 410 son “desarrollos en curso” que no están declarados como barrios cerrados.
“Hacemos un seguimiento de cerca. La ley nos habilita a cambiar la valuación de las tierras y pasar a cobrar como country cuando llega a un 12,5% de desarrollo del barrio. Vemos las imágenes satelitales para que ARBA cambie de oficio la valuación”, finalizó.
