El pase de Bahía Blanca a fase 3 generó intensas discusiones en los últimos días, tanto a nivel local como regional.
En el plano interno, una gran parte de la comunidad sanitaria cuestionó al Ejecutivo municipal por haber pedido a la Provincia la devolución de la fase (había bajado a la 2) a partir de un informe estadístico que tuvo, errores para algunos, e intencionalidades para otros.
Desde la Asociación Médica como desde algunos hospitales, consideraron que la solicitud enviada por el intendente Gay a la Jefatura de Gabinete, y que tuvo respuesta favorable e inmediata, tuvo datos mal interpretados; en tanto que los propios profesionales del nosocomio Municipal, señalaron que actuó con irresponsabilidad y que brindó información falaz.
La discusión está centrada en la cantidad de camas de terapia intensiva con las que cuenta la ciudad. El material del Ejecutivo mencionaba 108, y el personal de salud sostiene que son 79, de las cuáles sólo 46 son para coronavirus, y que contabilizaron las de neonatología y pediatría.
Gay, en tanto, asegura que tanto municipio como el gobierno bonaerense miran los mismos números y que por ese motivo la respuesta favorable a la devolución de la fase fue inmediata.
En ese marco, el intendente de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara, se mostró molesto con la resolución provincial, la cuestionó por no cuidar a los vecinos, y le pegó a su par bahiense por no realizar controles.
Y hoy, anunció además restricciones nocturnas en el ingreso al balneario, de 22 a 6 y hasta el 31 de mayo, debido a la “difícil situación regional”.
Vale recordar que es la tercera vez que estos dos alcaldes tienen algún tironeo desde el comienzo de la pandemia. La última había sido relacionada a la derivación de camas y la puesta a punto del hospital modular de Monte Hermoso.