El gobierno nacional decretó en aislamiento en todo el país, tras la reunión que mantuvo el presidente, Alberto Fernández, con el ministro de Salud, Ginés González García, y los gobernadores de todas las provincias.
La normativa regirá, en principio, desde la medianoche de hoy hasta el 31 de marzo, pero quedará atada a la evolución del coronavirus en la Argentina. Establece que las personas deberán permanecer en sus domicilios y sólo salir para hacer lo estrictamente necesario, como proveerse de alimentos y medicamentos.
Para ello, patrullarán las calles Prefectura, Gendarmería y las policías provinciales.
Quedan exceptuados la dirigencia política, los trabajadores de la sanidad, empleados y propietarios de farmacias y supermercados, los productores de alimentos, periodismo y el sector combustible.
Fernández advirtió que “nadie puede moverse de su residencia, todos tienen que quedarse en sus casas, y vamos a ser absolutamente inflexibles”.
“Es una medida excepcional que dictamos en un momento excepcional, pero dentro del marco que la democracia permite. Hemos llegado al gobierno sabiendo que debemos gobernar en los malos y en los buenos momentos. Espero que haya mejores momentos en los cuatro años que me quedan”, finalizó desde la Quinta de Olivos.
