La investigación por la muerte de Nahuel Snidero en Coronel Pringles dio un paso importante al conseguir que Fiscalía General del Departamento Judicial Bahía Blanca autorice el gasto para la contratación de servicios de laboratorio para hacer una pericia clave.
Cabe recordar que el hombre, de 37 años, murió en abril en el Hospital Municipal tras hacerse una tomografía con contraste.
Primero se pensó que podría haber sido una posible intoxicación con una pizza que había ingerido la noche previa al primer malestar, pero se descartó.
Ya en la guardia, recibió un antiácido y se fue de alta, aunque continuó con dolores y concurrió al Sanatorio privado, donde primero le dieron un protector gástrico, pero tuvo que regresar y quedó 4 días en observación hasta que lo trasladaron al Municipal para realizar una tomografía y murió.
Respecto al análisis, será de triptasa en sangre y de IgE específico para iodo, para saber si al inyectarle el contraste yodado de la tomografía pudieron generarle una reacción alérgica fatal (shock anafiláctico), como sospechan el entorno del fallecido.
La pericia se va a hacer en la Clínica Mayo de los Estados Unidos, previo envío de la muestra de sangre (obtenida en la autopsia y conservada en freezer a -20°) desde Pringles hacia el laboratorio porteño Manlab.
La primera hipótesis del deceso fue que el paciente pudo tener una reacción al iodo, aunque un análisis más exhaustivo no descartó que su deceso tuviera relación con un aneurisma disecante de aorta abdominal (infrarrenal e ilíacas).
Eso llevó a realizar una exhumación del cuerpo para realizar una segunda autopsia, que no arrojó resultados concluyentes.
La última necropsia dejó abierta las posibilidades del “shock anafiláctico (ad referendum de las muestras) y del aneurisma disecante de aorta abdominal (infrarrenal e ilíacas)”, que se observó dilatada.