El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Ignacio Kovarsky, reiteró su reclamo por las retenciones a la soja, que considera, es una excesiva presión fiscal.
Desde un lote en plena etapa de cosecha de soja, el dirigente explicó cómo, de cada 10 camiones que salen del campo, 7 terminan siendo absorbidos por el Estado en forma de impuestos, retenciones y otros costos indirectos.
El ruralista detalló el ciclo completo del cultivo, desde la siembra hasta la cosecha. Subrayó el esfuerzo sostenido de los productores agropecuarios, que deben afrontar múltiples variables: el clima, el alquiler de tierras, el costo de la semilla, el precio del gasoil, los insumos agrícolas y hasta el financiamiento de la educación de sus hijos.
En ese contexto, agregó que “solo se puede cosechar si la humedad es baja y hay viento”.
Ignacio Kovarsky, presidente de CARBAP, nos muestra un lote de soja 🌱
💬 “De cada 10 camiones de soja, 7 se los queda el Estado.”
Desde #CARBAP vamos a seguir mostrando el trabajo del campo, visibilizando el esfuerzo de quienes todos los días producen alimento, trabajo y… pic.twitter.com/Z2wMIcCwPS
— CARBAP (@CARBAP_ARG) June 3, 2025
Desde Carbap se insiste en la necesidad de reformular el esquema fiscal. Según Kovarsky, los márgenes de ganancia se achican al punto que muchos productores trabajan a pérdida o quedan al borde de la rentabilidad mínima.
“Vamos a seguir mostrando el trabajo del campo, visibilizando el esfuerzo de quienes todos los días producen alimento, trabajo y futuro”, cerró.
El reclamo del dirigente ocurre cuando falta menos de un mes para que vuelvan a subir las retenciones para la oleaginosa. En enero pasado, el gobierno nacional había decidido aplicar una baja temporal a los derechos de exportación de varios cultivos y sus derivados, con vigencia hasta el 30 de junio próximo.
En el caso de la soja la alícuota bajó del 33% al 26%, mientras que para el maíz, el trigo, la cebada y el sorgo pasó del 12% al 9,5%. Sin embargo, a mediados de mayo último, con la campaña fina a punto de comenzar, el Gobierno anunció una prórroga solo para el trigo y la cebada, extendiendo la reducción hasta el 31 de marzo de 2026. El resto de los cultivos volverá a tributar los valores previos a partir de julio.