El ingeniero civil responsable de la recuperación del ‘Esqueleto’ y su reconversión en el proyecto inmobiliario Claros del Mar, estima que en unos “diez meses” la obra en Claromecó, estaría finalizada.
El tresarroyense Nahuel Borcano se encuentra a la cabeza de un trabajo impensado para los claromequenses, tresarroyenses y turistas que a lo largo de cuatro décadas pudieron ver a la gran estructura en estado de abandono.
Ocurre que comenzaron a verse los resultados del revoque exterior, una imagen que impacta definitivamente en el imaginario porque comienza a proyectar la finalización de la obra.
El trabajo:
“El lado que da al centro ya está terminado, y esta semana comenzaron los trabajos sobre la otra cara que da la playa, mirando de frente, en la medianera derecha”, contó.
La recuperación estructural que resultó ser el trabajo más importante -para darle soporte- a Claros del Mar, llevó cuatro años de arduo trabajo.
Y en los últimos siete u ocho meses se lleva adelante una intensa labor en los interiores de la obra que cambiará el aspecto de ese sector de la localidad.
Para recuperar el edificio fue necesario -primero- tener la decisión profesional de hacerlo, y también contar con la disponibilidad de los recursos –y la determinación- de un inversor inmobiliario.
Como ingeniero civil, Borcano, decidió reforzar cimientos, columnas, vigas y losas con hormigón nuevo y mallas de acero.
Se demolió y reconstruyó lo que estaba en mal estado, y se aplicaron productos especiales para unir el hormigón viejo con el nuevo. Esos aditivos, que además resultan muy costosos, fueron aplicados para lograr “que formen una sola masa que trabaje en conjunto”.
Recordó que los tiempos de la recuperación fueron “una etapa muy complicada” sobre la que resultó difícil estimar el tiempo real de obra. “Pensaba que lo iba a terminar en un tiempo determinado y terminó llevando bastante más”, confió.
Nunca se detuvo:
Actualmente, con alrededor de siete u ocho meses de trabajos de albañilería, se terminaron los revoques exteriores sobre la fachada que da al mar, se realizaron los interiores y se colocaron los contrapisos con calefacción eléctrica.
Las instalaciones eléctricas y de plomería están finalizadas, al igual que la colocación de premarcos para futuras aberturas.
Si bien la obra sufrió retrasos por “distintas circunstancias” –entre otras cuestiones- porque el personal especializado llega desde de Buenos Aires, nunca se detuvo por completo.
Puntualmente explicó que no le ha resultado fácil disponer de un plantel estable y suficiente porque los trabajadores no lograron adaptarse a la vida de una localidad tranquila.
El avance no siempre fue visible, ya que mucho trabajo ocurrió dentro de la estructura. Borcano le confió a este diario que en unos “diez meses” el edificio finalmente podría estar finalizado, mientras el propietario lleva adelante la venta de unidades, un aspecto que es de “inminente” aplicación.
La idea del propietario, Daniel Saleh es ir vendiéndolo de a poco, antes de la finalización total, según dijo el ingeniero que además reveló que se construirán cocheras y otra vivienda, en el terreno posterior.
“Lo volvería a hacer”:
Para Borcano ver casi terminado un edificio que de niño veía abandonado en Claromecó, es muy gratificante, a pesar del arduo trabajo.
Pero además le deja una gran experiencia en materia de recuperación de estructuras antiguas, algo poco frecuente en la zona.
Además la recuperación del ‘Esqueleto’ cambiará definitivamente la imagen del tradicional en ese sector del frente marítimo claromequense, convirtiéndose en un nuevo hito arquitectónico de la localidad bautizado oficialmente como Claros del Mar, que hasta podrá mejorar la cotización de las viviendas cercanas.
“Ahora miro para atrás -y si bien viene siendo un trabajo duro por todo lo que se ha hecho- lo volvería a hacer. Es más que nada por lo que representa ese edificio para nosotros que hemos ido a Claromecó de chicos y siempre verlo ahí… y ahora poder llegar verlo terminado será muy lindo”, sostuvo.
Fuente: La Voz del Pueblo
