Momentos de mucha tensión y angustia están viviendo los trabajadores municipales de Puan quienes por el momento no cobrarían sus sueldos y aguinaldos de diciembre ni tampoco percibieron los haberes de noviembre.
La mirada apunta al intendente saliente Facundo Castelli (Juntos por el Cambio), quien deja el cargo en medio de una crisis económica sin precedentes.
De hecho, no participó de la asunción de su sucesor Diego Reyes, del mismo partido y quien lo superó en las PASO.
El concejal opositor, Emiliano Stadler, del Frente de Todos, advirtió que el panorama es “caótico”.
Según estimaciones, el Ejecutivo necesita 600 millones de pesos para pagar los sueldos y 300 millones para el pago a proveedores, y el tesoro tiene un saldo negativo de n100 millones.
En ese marco, Nelba Juárez, secretaria general de Fesimubo, indicó que el intendente, mediante un decreto, transfirió unos 83 millones de pesos a la cuenta de la agrupación local Frente Vecinal.
“Después de varios ingresos por coparticipación, esa cifra se movió mediante un decreto del intendente. Los funcionarios de ley se habían opuesto a esa operación, por eso lo hizo así. Y esto hace que el jefe comunal electo no tenga herramientas financieras para responder al pago de haberes. Tampoco puede pedir un adelanto de coparticipación si primero no cubre el descubierto que hay”, explicó.