El retroceso de Bahía Blanca a fase 3 generó otra polémica política en la ciudad.
Por un lado, el bloque de Juntos por el Cambio, oficialista en lo local y opositor en Provincia y Nación, emitió un comunicado asegurando que la nueva disposición funde a comercios y pymes, y que analizan ir a la justicia.
El edil Marcos Streitenberger fundamentó la idea a fin de saber si es constitucional la decisión ya que no fue consensuada con el intendente Héctor Gay.
Su compañero de banca, Federico Tucat, consideró que “no existen razones para que los principales generadores de empleo de la ciudad paguen las consecuencias de la reconocible y claro mal momento sanitario”.
“Sigamos cuidándonos pero sin que se fundan bahienses”, exigió.
Como respuesta, Gisela Ghigliani del Frente de Todos, recordó y criticó que el día viernes el jefe comunal “se paró junto con los directores de los hospitales y mostró su preocupación sin mencionar la palabra colapso, sabiendo que se venía este cambio de fas”, y que “ahora sostiene que no va a funcionar y que no traerá ningún beneficio, luego de un fin de semana crítico en materia de mortalidad. Esto quiere decir que renunció a cualquier tipo de gestión”.
“Estamos en esta coyuntura porque se subestimó la realidad epidemiológica de la ciudad. Es preocupante que sigan negando la situación en la que está la ciudad producto de no haber tomado las medidas necesarias”, amplió.
En tanto que del mismo bloque, Carlos Quiroga calificó a la bancada de JxC de “desvergonzados” y señaló que “lo que están haciendo es política con la pandemia. Son oportunistas, irresponsables e inescrupulosos, ese comunicado tiene todo nuestro rechazo”.