Distintos dirigentes justicialistas de la Sexta sección se mostraron críticos por la decisión de la justicia de intervenir el partido y nombrar a Luis Barrionuevo como normalizador.
La vicepresidenta de la Cámara de Diputados bonaerense, Marisol Merquel, del bloque PJ-Unidad y Renovación, consideró esa acción como “injusta, arbitraria y antidemocrática”.
“Preocupa la intromisión de la justicia en la vida democrática del partido político más grande de Argentina. Hombres y mujeres del peronismo vamos a trabajar unidos para que se revoque un fallo injusto, arbitrario y antidemocrático”, dijo.
Su par de Tres Arroyos, Pablo Garate, sostuvo que se trata de “la justicia obediente de Macri” y que “no tenemos que permitir que se proscriban nuestros valores e ideas, y en el 2019 con Unidad, Autocrítica y Renovación volvamos a representar los sueños de los Argentinos de tener un País con Futuro para Todos”.
El ex intendente de Bahía Blanca, Rodolfo Lópes, relacionó a la intervención con un plan entre Mauricio Macri y Eduardo Duahlde, y sobre éste último, “parte de la crema de la bosta entreguista fieles a la oligarquía gobernante”.
“Esta es la mierda que apuntala el gobierno autoritario, mierda que el viento se encarga de juntar. ¿Nada tienen para decir los partidos tradicionales de la brutal y deliberada intervención? ¿Dónde están los republicanos radicales, los comunistas, los socialistas? Mala señal para nuestra democracia. Los goriloides festejan”, agregó.
El titular del PJ Coronel Rosales, Fernando García, aseguró que “lo que se pretende es proscribir al peronismo y no dejarlo participar en su plenitud en las próximas elecciones”.
El abogado, quien sugiere que existió “una presión” de parte del gobierno nacional, consideró que “no hay un argumento legal dentro del fallo que de motivo a la intervención, sino que son conjeturas de la jueza María Romilda Servini. Por ejemplo, que hay divisiones dentro del PJ o que algunos de sus miembros habrían apoyado a candidatos que no son parte del Partido”.