El bloque de diputados provinciales del Frente Renovador rechazó la suba del impuesto inmobiliario urbano.
Según consideran los legisladores massistas, el incremento afecta directamente al bolsillo de los trabajadores.
El tresarroyense Pablo Garate dijo en diálogo con el portal Infocielo que “si bien se establece que el aumento no podrá exceder los porcentajes que varían de un 40% a un 75% dependiendo de su valuación fiscal, en caso de alcanzar esa magnitud, repercutirá sobre muchos bonaerenses que comenzarían a tributar bienes personales y se produciría un aumento en las expensas y en los alquileres en términos proporcionales, puesto que los propietarios trasladarían los aumentos a los inquilinos”.
“Aumentaría visiblemente el costo de sucesiones y escrituraciones ya que todos los gastos que ello demanda están signados por un porcentual de las valuaciones. Igualmente impactaría en tarifas de servicios públicos que van atada al precio de las valuaciones fiscales o al del metro cuadrado edificado”, advirtió.
Garate también adelantó que la suba tendría consecuencias “negativas” en las finanzas de los municipios, “estimando una baja en la recaudación de las tasas municipales y un detrimento en la prestación de los servicios”.