Gran malestar generó en distintos intendentes de la región la decisión del gobierno bonaerense de limitar, en el presupuesto 2018, el destino de partidas del Fondo Educativo.
Hasta el momento, el criterio de aplicación era flexible. Podía ser utilizado para capacitaciones, boleto escolar, espacios deportivos y albergues universitarios, entre otros. Sin embargo, la Provincia pretende que su afectación sea específica para la infraestructura escolar, que en rigor, es su responsabilidad. Se trata de una caja que el año pasado llegó a los 3.500 millones de pesos.
Pero además, el Presupuesto incluye un pacto fiscal cuyo objetivo es una reducción de gastos en cada comuna. Implicará que los municipios cumplidores, tendrán oportunidades de nuevo financiamiento y a asistencia en caso de desastre.
Otro de los motivos es la puja por el Fondo de Financiamiento Municipal, que el gobierno no quiere poner como prenda de negociación de la ley. Vidal y su gabinete sostienen que hubo una ejecución despareja de esos recursos, que totalizaron unos 15.500 millones de pesos en dos años. La réplica de los intendentes es que pagarán justos por pecadores, porque varios de ellos han hecho los deberes mientras otros han hecho negocios o simplemente se han engalanado con su ineficiencia.
Fuente: Infocielo
