Cerró la estación de trenes de Bahía tras dos años sin servicio de pasajeros

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La Estación Sud se encuentra hoy bajo custodia de fuerzas federales, a partir del despido de la totalidad de los empleados.

El 21 de marzo del 2023 fue la última vez que se esperó en Bahía la llegada del tren, pero se produjo un nuevo descarrilamiento cerca de Olavarría y ya no más servicio.

En el momento del incidente se transportaban 247 pasajeros. No hubo ningún herido y todos fueron evacuados y derivados a colectivos para llegar a destino.

Para ese entonces, y por orden judicial teniendo en cuenta hechos similares anteriores, el tren no podía ir a más que a 49.6 kilómetros por hora, por lo que el viaje duraba 19 horas.

Después de esa cancelación, se hicieron pruebas y obras en el trazado, pero el servicio no se volvió a reanudar.

En las últimas semanas llegaron los telegramas a los trabajadores que quedaban, lo que implica que no hay planes de la restitución del servicio, al menos por parte del Estado.

La Comisión Ferroviaria Regional, que componen dirigentes sociales, sindicales y culturales, entre otros, reclama mantener abierta la estación, que tiene por ley valor patrimonial, y advierte a los gobiernos nacional y local que deben gestionar su conservación y mantenimiento.

Proponen como alternativa destinarle, por ejemplo, un uso cultural.

Un poco de historia:

El 26 de abril se cumplieron 141 años la inauguración de la estación de trenes de Bahía, la Estación Sud.

No es la que conocemos actualmente, sino la primera que funcionó en ese mismo lugar, en Avenida Cerri, pero que era mucho más pequeña.

Comenzó a funcionar en 1884 y conectaba fundamentalmente a nuestra ciudad con Buenos Aires, vía La Madrid, y con 22 paradas intermedias.

Constaba de una sola planta rectangular, con muros de ladrillo a la vista, y puertas y ventanas de madera. Una cubierta de tejas a cuatro aguas remataba en cuatro chimeneas, construidas también en ladrillo.

El acceso desde la calle estaba protegido por un alero, y por sobre este, un remate triangular contenía un reloj. Del lado de las vías y a lo largo del edificio, un amplio y singular techado cobijaba a los viajeros de las inclemencias del tiempo.

Según crónicas del diario La Nueva Provincia, ese día llegaron tres formaciones, y entre los pasajeros, el gobernador bonaerense Dardo Rocha.

Hubo un acto, orquestas, vecinos y alumnos de escuelas. Y posteriormente, un evento que incluyó asado, juegos y otras atracciones. Para muchos, este hecho, de haber llegado el tren, fue la segunda fundación de la ciudad.

Recién para 1903, ya con 1.200 habitantes y con el servicio de pasajeros en constante crecimiento, se decidió construir una terminal más grande y con otras comodidades, y así fue que el ingeniero Guillermo White, máxima autoridad del país de la empresa Ferrocarril del Sur, presentó el proyecto ante el directorio de Londres.

Tenía en mente una estación “con todas las comodidades deseables y el confort que exige nuestra floreciente ciudad”, según las crónicas de la época.

Igual, llevó tiempo: recién en 1909 comenzó a levantarse la estación que finalmente se inauguró en 1911. Es que se logró hacerla enmarcándola en el Centenario de la Revolución de Mayo.

“De sorprendente puede calificarse la noticia de que el ferrocarril del Sud a empezado ya los trabajos para levantar la nueva estación, tantas veces reclamada que ya se había desesperado de conseguirla. Pero todo llega en este mundo y le tocó el turno al viejo edificio, de desaparecer, para dejar lugar a otro que esté más en consonancia con las funciones que tiene que desempeñar. Puesta a hacer las cosas, la empresa del Sud las hará bien, como conviene a su inmenso capital y a la importancia que en sus ingresos anuales representa Bahía Blanca”, decía la Revista Comercial.

Se aprovecharon parte de los muros del edificio viejo y se creó uno nuevo de 2 plantas: acceso amplio y central que comunica directamente con la plataforma 1 y luego un túnel que comunica con la 2 y 3. Además se incorporaban boleterías, una sala de espera con baño y oficinas de tráfico. Así como también oficina y casa para el jefe de la Estación.

Y desde ahí tuvo muchísima más actividad con no solo servicios de carga sino también de pasajeros tanto a Buenos Aires como Bariloche, Neuquén y Zapala, además de decenas de paradas intermedias. Con el tiempo la consideraron el principal enclave ferroviario del sur bonaerense y de gran parte de la Patagonia.

Las estadísticas de la empresa decían que en 1930 cada día entraban y salían 2.500 pasajeros con trenes locales y alrededor de 700 con los generales.

Hoy solo se ven pasar por ahí algunos cargueros a la semana y desde hace ya más de 2 años, no hay servicio de pasajeros.

El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 2014.

Fuente: Wips Digital

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